Civilizaciones prehelénicas: cultura creto-minoica (hacia 1650 a.C.)
La palabra minoica, que le da nombre a esta cultura, tiene su referente en Minos, rey de la isla de Creta. Según la mitología griega, el dios Poseidón le entregó un toro para que lo sacrificara en su honor. Como Minos no lo hizo, la divinidad lo castigó al unir a su esposa Pasifae con el toro. De la unión nació un minotauro que Minos mandó a encerrar en el laberinto de Creta, y que ha sido asociado desde la antigüedad con el Palacio de Cnossos.
Esta civilización fue hábil construyendo edificios, como palacios. Se cuenta que el Palacio de Cnossos, ubicado en la colina de Kefala, tenía aproximadamente 1 300 habitaciones. En su santuario estaba la Diosa de las serpientes, estatuilla de cerámica que alude a la fertilidad tanto de la tierra como de la mujer. Está representada con un rostro expresivo, torso sensual, brazos fuertes y poderosos que dominan a estos animales.
Civilizaciones prehelénicas: cultura micénica ( desde el siglo XVI al XI a.C.)
Micenas debe su nombre a la ciudad ubicada en Corinto. Su representación más conocida es La Puerta de los leones. Se dice que era una entrada en forma de escudo que aludía al parentesco de los habitantes. También destaca la Máscara de Agamenón, uno de los reyes de esta ciudad, labrada en oro.
Escultura griega:
La escultura griega se divide en tres períodos en los que la figura humana se representa de manera diferente:
- Período arcaico (del siglo VIII hasta el VI a.C.): Lo antropomorfo se representa de manera rígida, con ojos almendrados, debido a la influencia del arte mesopotámico. Los rostros son inexpresivos, salvo por una ligera sonrisa. Característicos de este período son los denominados Kuros o Kuroi, en el caso masculino; y Koré o Korai, en el femenino. Representados de manera frontal con un pie hacia adelante, con el fin de sugerir movimiento, romper lo rígido y ganar espacio. El hombre y la mujer son muy parecidos, solo se diferencian en la ropa o en el cuerpo. El Moscóforo es una obra clave del período arcaico. No hay expresión ni en el rostro del atleta ni en el animal que será sacrificado. Son obras idealizadas en las que el esfuerzo físico no se corresponde con el rostro del hombre.
- Período clásico (del siglo VI hasta el V a.C.): Aunque los rostros siguen siendo idealizados, la anatomía del cuerpo es perfecta y atlética. Hay belleza y armonía. Durante este período destacan los escultores Mirón, Policleto y Fidias, siendo este último quien se encargara de los trabajos escultóricos del Partenón. El Discóbolo, de Mirón, es una escultura en la que se detiene el tiempo. El atleta está a punto de lanzar el disco. Parece estar ante una actividad que no le genera presión ni esfuerzo físico, pues su rostro está sereno. Hay un movimiento sugerido; la escultura ha dejado de ser rígida y puede ser vista desde distintos ángulos.
- Período helenístico (del siglo III hasta el II a.C.): En este período los gestos de las figuras son expresivos y realistas, acordes con la situación que les ocurre. Ejemplo de ello es el Laocoonte, del grupo escultórico de Rodas, obra que capta el clímax de la escena. En él hay cuerpos retorcidos, gritos o quejidos detenidos y rostros que señalan dolor.
Arquitectura griega:
En la arquitectura griega destacan los templos dedicados a un
dios específico, ya que estos eran los lugares que los albergaban.
Estas edificaciones fueron construidas bajo el ideal de la armonía. El templo tenía partes muy bien definidas entre sí, como por ejemplo:
- Peristilo: Conjunto de columnas ubicadas en el pasillo. Los templos recibían su nombre dependiendo de la cantidad que tuvieran. Se llamaba hexástilo si tenía seis columnas; tetrástilo, si tenía cuatro; y octástilo, si tenía ocho, como era el caso del Partenón.
- Pronaos: Vestíbulo o parte anterior a la naos o cella.
- Naos o cella: Sitio rectangular en el que se ubicaba la estatua de la divinidad.
- Opistódomo: Estructura similar al peristilo, pero ubicada en la parte trasera del templo. Tenía una entrada para la sala de los tesoros.
Tipos de jambas o muros griegos:
En el sistema constructivo griego resalta el uso de jambas o muros, que son soportes verticales en los que descansa un dintel, elemento usado por los egipcios y que, posteriormente, fue muy empleado en la época romana y en el Renacimiento. También se emplearon columnas para sostener las edificaciones, como los templos. Dichas columnas se clasifican, según la disposición de sus elementos, en órdenes dórico, jónico y corintio.
- Dórico: Muy usado durante el período arcaico. Se distingue por su capitel conformado por el ábaco (forma cuadrada) y el equino (moldura convexa). Su fuste generalmente es estriado, aunque también los hay lisos. Se ensancha en el centro. La columna está apoyada directamente en el estilóbato.
- Jónico: Presente en el período clásico. Se distingue por tener en su capitel volutas con forma de espiral. Estas se encuentran unidas mediante líneas curvas. Las columnas están apoyadas sobre una basa que hace que no descansen directamente en el estilóbato, como sí lo hacían las dóricas. El fuste se revela alargado y acanalado.
- Corintio: Es una variación del estilo jónico. Su capitel asemeja a las hojas de acanto dispuestas en forma de caída. También tiene volutas. Estas columnas aparecen en el período helenístico. Están adosadas sobre una basa. Su fuste posee más estrías que la columna jónica.
La Acrópolis de Atenas:
La Acrópolis de Atenas fue concebida por los griegos como un recinto sagrado, ubicado en el lugar más elevado de la cuidad. A ella se entraba por los propileos. Era un emplazamiento antiguo, que data del período arcaico, pero fue en el siglo V cuando se reconstruyó y alcanzó su esplendor, gracias al impulso del orador y político Pericles. Los templos griegos usualmente se ubicaban hacia la coordenada Este. Dentro de ellos había una representación antropomórfica del dios al que estaban dedicados. Algunos de los edificios que formaban parte de la Acrópolis eran:
- Partenón: Uno de los principales de la Acrópolis. Más que un templo dedicado a la diosa Atenea Parthenos, esta edificación también se utilizó como un fortín en el que se almacenaron explosivos. Fue inaugurado en el 438 a.C. Tiene 8 columnas dispuestas en el frente y al final por 17 laterales. El Partenón es un templo octástilo y períptero (columnata alrededor), de estilo dórico en la parte exterior y jónico en la interior. Entre los materiales utilizados para su construcción destaca el mármol pentélico. El terreno donde se instaló el Partenón era desigual, por lo que la estructura se construyó con cierta curvatura. Los arquitectos no aplicaron rigurosamente el canon, pero aún así lo hicieron armónico en sus proporciones.
- Erecteión: Templo jónico dedicado a Erecteo, Atenea y Poseidón, que destaca por el balcón de las Cariátides, obra de Alcámenes, conformado por seis esculturas de mujeres que fungen como columnas.
Cerámica griega:
La pieza de cerámica
que destaca es la vasija.
Fue destinada a diversos
usos. Algunas de
las decoraciones
de las vasijas eran:
- Figuras negras sobre fondo rojo (siglo VII a.C.): Predominó en ellas el tema mitológico. El dibujo se hacía sobre arcilla.
- Figuras rojas sobre fondo negro (siglo VI a.C.): Podían representar elementos antropomorfos y zoomorfos. Se hicieron vasijas con relieve.
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